Los ayuntamientos con festejos taurinos se reúnen para elaborar un plan de autoprotección

Quieren minimizar los riesgos de estas celebraciones con una mayor seguridad mediante la planificación y coordinación.

El delegado territorial de la Junta, Luis-Domingo González, y los jefes de las secciones de Protección Civil y de Interior de la Delegación Territorial de la Junta, Juan Carlos Pérez y Heliodoro García, se han reunido con los alcaldes de los ayuntamientos de Dueñas, Torquemada, Villarramiel y Paredes de Nava para darles a conocer y establecer un plan de autoprotección del encierro de reses bravas. Se trata de un protocolo de actuación que indicará cómo actuar en cualquier percance que pueda ocurrir durante la celebración de encierros de reses por circuito urbano y a campo abierto.

Estos espectáculos festivos que se organizan en estos cuatro ayuntamientos, con fuerte tradición y capacidad de convocatoria, contienen aspectos importantes de alteración de la convivencia social en el normal funcionamiento de sus procesos que año tras año requieren ser perfeccionados en correspondencia con la amplia experiencia que imponen las situaciones de riesgo generadas.

Los planes de protección civil abarcan un amplio abanico competencial desde el ámbito privado, mediante los planes de autoprotección, hasta el ámbito público a través de los planes territoriales de protección civil y los planes especiales.

El Real Decreto por el que se aprueba la norma básica de autoprotección deja abierta la posibilidad de que las administraciones públicas competentes puedan exigir la elaboración e implantación de planes de autoprotección a los titulares de actividades cuando presenten un especial riesgo o vulnerabilidad.
Por otra parte la Ley 4/2007 de Protección Ciudadana determina que los organizadores de las actividades susceptibles de causar riesgos son los responsables de la prevención y control de estos y de los daños que pudieran causar, haciéndoles responsables de elaborar, mantener e implantar un plan de autoprotección acorde con sus riesgos y actividades.

Los planes de protección civil son un instrumento esencial que permite hacer frente a las situaciones de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública. Esta respuesta a situaciones de riesgo se realiza básicamente de dos formas distintas. La primera de ellas, mediante el estudio de los riesgos y la prevención de los mismos. La segunda, mediante la respuesta a estos riesgos cuando se producen.

El objetivo de estos planes es minimizar al máximo los riesgos que imponen este tipo de celebraciones dotándolas del mayor nivel de seguridad posible.

Esta respuesta se realiza mediante la planificación de los esquemas de coordinación de los distintos servicios públicos que ha de afrontar la emergencia. Estos esquemas de coordinación permiten acortar enormemente los tiempos de respuesta ya que desde el principio se conoce a los organismos que han de intervenir y la responsabilidad de las acciones que se ejecuten.

Se deberá garantizar la seguridad ciudadana frente a los riesgos que para las personas o sus bienes se puedan derivar de la ubicación del evento, las condiciones meteorológicas, el número de participantes y asistentes, el bloqueo de tráfico rodado, la invasión de las reses bravas fuera de los espacios previstos, el comportamiento de los participantes en el evento y el cierre de vías de comunicación.

Se dispondrá de una vía de evacuación perimetral a la zona de actuación, que estará en todo momento libre y controlada para que pueda ser utilizada por vehículos de emergencia. Además se contará con los medios sanitarios y de emergencias suficientes en función del número de participantes y se garantizará la seguridad del público y la vigilancia del buen orden en el desarrollo de la actividad. Para ello se deberá supervisar y certificar el correcto montaje y seguridad de todas las instalaciones: talanqueras, «atajes», graderíos, protecciones…

Deberá mantenerse abierto un proceso de evaluación y reevaluación de todos los imprevistos imaginables para incluirlos en el catálogo de riesgos a contemplar en el plan de autoprotección y se adoptarán las medidas correctoras que afronten los posibles riesgos.

Se establecerá un programa de formación del personal con competencias en el plan de autoprotección, tanto a los responsables de su dirección como a los componentes de los servicios de intervención previstos (sanitarios, orden público, logística).

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